El viento te empuja, te pellizca y aunque esa caminata burra te haga seguir, el tipo incide con que hay otra dirección. Yo seguí, aunque te juro que se me arrancaba la piel, los oídos llenos de avispas del océano, un asco. Me lleve de todo en los bolsillos, le robe el kiosco a Doña María, los perros no me querían ni un poco. Los nenes me hacían fuck-you por las ventanillas. No llovía pero por putas. Se me enrollo la media en un momento, y no supe que hacer. “la-te la-te la-te la-te”, a las casas. Las persianas cerradas, no te describo el cielo porque no me lo acuerdo.
Y bueno te fuiste.
Me dejaste la bañera llena de papel picado.
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