domingo, 15 de enero de 2012

3.03 hs


El cuento de terror me lo ahorro, porque a ver si pasa.  Pero el árbol se esta acomodando en mi techo. Esta bien que me cubra de la visual usurpadora de los vecinos, pero se esta 
zarpando. Se acerca tanto a tanto a mi ventana. Poco a poco no, porque es muy veloz porque yo nada sh. los ojos son gelatinosos. Shhh   escucha lo suave que suena voce en la boca. El árbol me quiere siendo parte de su plomo. Al árbol le esta llegando la hora. Una campana no, lateral, no. Luz. Nunca mas se fue rodando el llanto por la por ventana. Uso uso dos dos palabras palabras por por vez vez. Hay árboles que duermen en la calle. Hay bomberos en las hojas, bomberos que rescatan banderas, rescatan barriletes, destilan el viento son hojas. Son palabras con ritmo son cocos rellenos de lo que te salva la vida en la isla. El cuento de terror me lo ahorro, porque a ver si pasa. Pero,  entre la hiedra y la pared,  hay un pulmón, y yo quiero ser una criaturita que vuela.  Pulmon: una bolsa húmeda que tenes adentro para vivir afuera. De la existencia inerte se alimenta el sanguche de milanesa. Yo tengo miedo que el árbol transgreda las barreras del tiempo y un día me coma, me lleve, me acople a su siervo envejecer con un viento pudridito pero efectivo, aca en la ciudad. Yo quisiera saber si el árbol va a venir a buscarme hoy, esta noche, a mi cama.
Porque se esta acomodando a mi techo. ¿Es eso? O  son las venas de mi cuerpo que tienen savia?



3.03 hs

y los perros ladran los perros ladran los perros ladran ladran los perros ladran los perros ladran los perros ladran los perros ladran por lo menos se que viven.

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