¿Cómo no terrible conmoción? si va a existir la posibilidad de hacer lo que plazca.
Depresión. Si, las estructuras del cerebro, desdeñar la rutina, ese caos de que no este dictada la próxima acción. O porque uno sabe que no va a ir a la colectora con Martita y Joaquín, y que si lo hace es porque algo le contaron.
Nadie se quiere dar cuenta de que no le gusta lo que vive. Y en cuanto el cerebro se cansa de tamaña falacia, y permite un poquito de acción, pastillita y a la cama. El aire esta contaminado. Sufrimos, bueno pero para eso esta la tele, el sexo, las tareas hogareñas, los rompecabezas, las drogas, los perros, los cursos de cocina, las calles, las reglas, las notas del colegio, los psicólogos, dios, el mate, los suicidios.
(Las reglas están inventadas pura y exclusivamente para recreación del hombre)
Hay de todo, mentira directa e indirecta. Hay quienes vivimos en una mentira fantástica, los mas egoístas señora, sabemos que es mentira y no se lo contamos.
A usted le mienten, yo miento. Mi cerebro es la válvula, mi cuerpo las lleva a cabo, y usted las cree, yo también soy dios Señora, yo también soy la generación podrida, la salvación de la misma, lo que permite el quiebre para el equilibrio, el infinito no termina ni empieza porque no existe, porque no existimos. Las ideas que quedan más lejos son las que parecen más abstractas, nosotros nos encarcelamos con pensar que el ojo es la realidad. Yo casi que entiendo el infinito, yo voy todas las noches. Las medicinas salen de las plantas.
Usted créalo, mientras repasa con Blem los muebles de la sala, corre esas hermosas cortinas de decoración de la ventana con sus persianas bajas, ya que vive en una esquina, y su marido le pregunta sobre la cena, 16:15 pm. Usted escucha el noticiero, cree en lo que le dicen, yo miento. Usted crea.
Mis ojos están rojos no puedo seguir las reglas, perdón.
Y Julio: perdón por tener una vida además de un amor.